Los análisis de final de temporada, es sin duda uno de los hitos anuales relevantes en nuestro agro. Después de cada temporada agrícola, resulta necesario hacer una evaluación de lo que estuvo bien, lo que estuvo regular y por supuesto de lo que estuvo mal, este es probablemente el primer paso hacia la mejora continua.
Los análisis de final de temporada, no solamente mantienen al equipo ocupado en los meses de “baja”, sino que también, nervioso y concentrado, diseñando nuevos planes y estrategias para no tropezar de nuevo con la misma piedra.
Después de muchos años participando en estos análisis, siempre muy necesarios, (cuando no hay otro sistema), estamos convencidos que lamentablemente, que una parte importante del análisis termina siendo poco beneficiosa, y rara vez implementados con éxito la temporada siguiente.
Por alguna razón, lo arraigado en las más habituales prácticas, la comodidad del “hacer siempre lo mismo”, mas lo difícil, incierto y costoso del cambio, generan en que este esperado análisis post mortem, termine siendo mas ruido que nueces”, convengamos que la temporada nunca es fácil y predecible, y mientras que ya en el fragor de la batalla, hay poco que hacer y solamente vale el remar lo más rápido y mejor posible, dejando en la carpeta de la temporada anterior, el abundante análisis del postmortem.
Abril, Mayo, Junio, Julio hasta incluso Septiembre son los mejores meses para no solamente seguir deshilachando este post mortem, sino que también, definir los reales dolores, con real impacto económico, objetivos ambiciosos, pero posibles de manera que motiven al equipo completo, a una mejora.
Un buen complemento para aprovechar más este análisis, podrían ser:
1.- Plantear los 3 puntos que signifiquen las mayores incertidumbres (o pérdidas) en mi operación, y no abarcar más de lo sensato, ojala partir de a poco, no somos en esta industria muy fans de lo drástico y radical, hemos aprendido que tampoco funciona.
2.- Definir quienes están a cargo de estas áreas, determinar su potencial en términos de saber hacerlo, querer hacerlo y poder hacerlo.
3.- Visualizar cuales son los puntos críticos de cada objetivo de mejora y diseñar cómo les gustaría a ud y su equipo cuantificar los progresos o retrocesos de este objetivo.
4.- Diseñar un sistema de captura de información adecuado que sea sencillo, confiable pero útil, para hacer el seguimiento.
5.- Proponer un plan de cómo el equipo y con qué herramientas basará una parte importante de su energía en lograr mejorar, los objetivos propuestos.
Ya está la línea de inicio.
Finalmente como Compas, les podemos contar que nos consideramos unos detractores del análisis post mortem, no porque no sirvan, sino porque básicamente en el minuto que este se gesta, YA ES TARDE, ya alguna pérdida se generó, algún accidente ocurrió, alguna labor se repitió, algunas fruta se boto, etc. , Creemos en el mejoramiento continuo, frecuente y constante, buscando siempre:
- Evitar pérdidas y mejorar el uso de recursos..
- Potenciar el trabajo de seguimiento.
- Fortalecer las capacidades de análisis y gestión del equipo.
- Desarrollar liderazgos de gerentes, administradores y todos los que toman decisiones..
- Incentivar el crecimiento de las individualidades pero también del equipo.
Nuestra experiencia está en no solo evitar largos post mortem, sino que facilitar los cambios que tanto cuestan..
Contactanos para contarte que hacemos y cómo podemos ayudar en este proceso de cambio.
